Enseñar a nuestro perro a tumbarse y mantenerse en esa posición no es un truco que simplemente nos sirve para demostrar lo bien educado que está nuestro perro, sino que puede llegar a ser  una posición que venga muy bien en determinados momentos de nuestra vida cotidiana.

Un ejemplo muy claro es cuando nos vamos en verano a una terraza a tomar algo  acompañados de nuestros amigos de cuatro patas y éstos están todo el rato moviéndose, siendo esta situación algo engorrosa, por lo que la mejor solución se convierte en enseñarles a mantenerse tumbado, facilitando así la convivencia entre el animal y su dueño.

En el post que os traemos hoy os mostramos una serie de trucos para poder enseñar a nuestras mascotas a mantenerse tumbado.

Una buena base para el aprendizaje: constancia y paciencia

Enseñar cualquier tipo de truco a los perros no siempre es fácil ya que dependiendo de cada perro la dificultad puede aumentar, por lo que tenemos que tener claro que antes de empezar con el adiestramiento debemos tener mucha paciencia y constancia.

Hay varios métodos que podemos utilizar para enseñar a echarse y mantenerse en esa posición a los perros.

enseñar perro tumbado

1º Método: Utilizar términos asociativos

En este método lo primero que tenemos que tener claro antes de comenzar el adiestramiento es qué términos vamos a utilizar tanto para que se eche como para que se libere de la orden.

Los términos más habituales son “échate” o “tumbado” y para liberarle “Arriba” o  “Vamos”.

Una vez realizada la elección de los términos a utilizar, debemos hacer que asocie el término con la posición que queremos que adopte. Para ello, hay que seguir estos pasos y repetirlos unas 5 veces por sesión:

  1. Debemos coger al perro con la correa corta
  2. Mantenemos en la mano un premio o un alimento que le resulte apetecible
  3. Le acercamos la mano que contiene el premio al hocico y hacemos que se siente, incorporando la mano encima del hocico para que él levante la cabeza y se siente.
  4. Una vez que está sentado debemos bajar la mano del premio en línea recta hasta el suelo para que se tumbe.
  5. Cuando esté en la posición que queremos debemos inmediatamente premiarlo y decirle “bien”.
  6. A continuación, debemos darle la orden de liberación. Si se levanta antes de ordenárselo, debemos volverle a tumbar.

Cuando veamos que con estos pasos el perro realiza el ejercicio perfectamente, debemos hacer que se tumbe pero sin la posición de estar sentado primero. Para ello, debemos seguir los mismos pasos que anteriormente, con la excepción de que no debemos hacer que se siente, sino que debemos acercarle el premio al hocico y directamente bajar la mano al suelo para que se tumbe.

En algunos casos los perros son reacios a tumbarse, por lo que se aconseja  averiguar el porqué de este hecho. En ocasiones es porque la superficie no es cómoda para ellos y en otras porque su carácter no les deja. En este último caso podemos hacer que se tumbe empujándoles de los hombros o con la correa estirándoles hacia abajo.

2º Método: El método Clicker

En muchas ocasiones la opción antes señalada no es eficaz, no consiguiéndose  enseñar al perro el truco que deseamos, por lo que se opta por añadir un elemento muy efectivo al adiestramiento como es el Clicker.

El clicker es una herramienta de trabajo para la educación de un animal que se basa en reforzar positivamente el trabajo realizado.

Para trabajar el ejercicio de tumbarse con este elemento debemos seguir los siguientes pasos, muy parecidos al anterior método:

1º. Debemos acercar la mano donde mantengamos la comida o el premio que le queramos dar al perro al hocico de éste y bajarla en línea recta hasta el suelo. Cuando  consigamos que se sitúe en la posición esperada, inmediatamente debemos hacer click y darle el premio. Este ejercicio se debe repetir continuamente y cuando ya lo vaya consiguiendo debemos ir reduciendo el movimiento del brazo a un gesto no tan exagerado.

2º. Cuando consigamos que obedezca a la señal del brazo debemos repetir el ejercicio sin la comida o sin los premios.

3º. Una vez conseguido que se tumbe debemos enseñarle que se mantenga en esa posición hasta que nosotros queramos. Para ello tenemos que hacer que se tumbe y  una vez en esa posición debemos contar mentalmente “uno”. Si mantiene la posición deseada le premiaremos con un “clic” y comida. Si por el contrario se levanta antes del tiempo estimado, será necesario que nos movamos unos metros sin hacer caso al perro y volverlo a intentar.

4º. Conseguido los dos propósitos, es momento de retirar la orden física e introducir la orden verbal.  Para ello debemos decir la palabra que queremos para dar esa orden y a la vez hacer la señal con el brazo. Una vez tumbado haremos clicker y le daremos el correspondiente premio. Será necesario repetir el ejercicio e ir reduciendo el gesto con el brazo para que solo se tumbe con la palabra. Si se tumba antes de ordenárselo verbalmente deberemos alejarnos unos metros y volver a intentarlo.

perro quieto

Errores más frecuentes

Al intentar adiestrar al animal se suelen cometer muchos errores que dificultan el aprendizaje del animal. A continuación os damos una serie de consejos a tener en cuenta:

  • No debemos enseñar al perro suelto, pues es más probable que se distraiga y se vaya. Es recomendable que al principio se realicen los ejercicios con correa y una vez que vaya aprendiendo se le quite.
  • Se aconseja adiestrar al perro en un lugar apartado de distracciones para que preste atención a los ejercicios, pero más adelante se deben realizar los ejercicios en lugares donde si las haya, para que el perro se acostumbre a hacer caso independientemente de donde esté.
  • Es importante no eliminar los premios rápidamente, por lo que se recomienda que aunque veamos que el perro ya sepa hacer el ejercicio no se le quiten los premios durante un tiempo hasta e ir no utilizándolos de manera progresiva.

*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.