Ya ha llegado el otoño, un momento ideal para poder disfrutar de paseos acompañados de nuestros amigos de cuatro patas sin estar sufriendo las altas temperaturas de la época veraniega. No obstante, en esta estación del año, al igual que en las demás, debemos tener cuidado y tomar precauciones necesarias para evitar problemas de salud importantes.

En el post que de hoy, os comentamos cuáles son las enfermedades más comunes en esta época del año y cómo prevenirlas.

Muda de pelaje

Lo primero que tenemos que tener presente es que en otoño los perros cambian su pelaje, dejan atrás su pelo fino que les permite soportar el calor del verano y les crece un pelaje más denso que les protege del frío.
Para ayudar a los perros a pasar por este transito lo antes posible, es recomendable que se cepille el pelaje al menos dos veces por semana. Esto permite que caiga el pelo fino y crezca el pelo grueso lo antes posible, para así protegerlo rápidamente del frío y de lo que eso conlleva.

Bajada de defensas

Con el cambio de temperatura, al igual que a los seres humanos, bajan las defensas, lo que provoca que el perro se encuentre más débil a la hora de coger cualquier tipo de enfermedad.
Para poder prevenir que esa bajada de defensas no deje a nuestro animal totalmente vulnerable, debemos darle una alimentación equilibrada y adecuada para el tipo de perro que es. Además es recomendable que dicha alimentación sea de calidad. Con esto ayudaremos a que nuestro perro afronte más fortalecido este periodo del año y las consecuentes bajadas de temperatura.

Aparición de parásitos

¿Parásitos en otoño? Pues sí. Ya sabemos que el momento de auge de la aparición de parásitos se encuentra en el periodo estival, pero como los animales se han acostumbrado a vivir en el hogar, el frío no es lo suficientemente fuerte para poder matarlos.
Es muy importante tener esto en cuenta porque los parásitos, como garrapatas o pulgas, transmiten enfermedades que pueden llegar a ser muy peligrosas para el perro o cualquier animal.
Para poder prevenir este problema debemos seguir utilizando los mismos métodos que en verano, tales como el uso de pipetas y desparasitadores, entre otros.

Leishmaniosis

Como ya hemos comentado, en otoño las defensas de los perros bajan considerablemente y ello conlleva a estar más expuestos a todo tipo de bacterias, virus y enfermedades varias.
Con la bajada de defensas también baja el sistema inmunológico lo que puede hacer que la leishamniosos vea en nuestro perro la victima perfecta. Normalmente, esta enfermedad transmitida por un mosquito suele darse en verano, ya que es cuando aparecen estos insectos, pero puede ser que la enfermedad tarde en salir unos meses. Además, el cambio climático ha provocado que se alargue la presencia del flobotomos hasta finales del año en las zonas de alto riesgo.
Por lo que primero, para evitar que sea contagiado por esta enfermedad, es imprescindible vacunarlo y establecer las medidas oportunas, no sólo en verano sino también en otoño. Sin olvidar que se recomienda acudir al veterinario en esta época y preguntarle si cree que es necesario realizarle una prueba para ver si ha adquirido la enfermedad y, si es así, establecer las medidas oportunas.

Traqueobronquitis o “tos de la perrera”

Esta es otra de las dolencias que podemos encontrar en otoño y que ponen en riesgo la salud de nuestro perro. Es una enfermedad respiratoria muy frecuente y altamente contagiosa, de la cual se puede decir que el síntoma más común es la tos.
La llamada “tos de la perrera” puede curarse sola en varios días sin necesidad de acudir al veterinario, pero otras veces puede complicarse debido a infecciones y es necesaria la intervención del veterinario para suministrarle antibiótico.
Hay que recordar que para evitar esta enfermedad existen vacunas.

Artrosis

Hay perros, normalmente los que son ancianos ya, que sufren de este enfermedad tan dolorosa y que en otoño suele agravarse debido a la humedad y el frío.
Esta época del año puede provocar al animal un mayor dolor de las articulaciones y una gran rigidez de las mismas. Por eso mismo, para poder proteger a nuestro amigo de este agravio, es importante que se le ponga un abrigo o un chubasquero, además de secarlo concienzudamente cuando regrese a casa después de los paseos.

Setas

En otoño, gracias a la lluvia y a la humedad, empiezan a salir las tan esperadas setas. Si eres de los que van a cogerlas con tu perro o simplemente te gusta andar por el monte, ten mucho cuidado.
Normalmente, la mayoría de las setas suelen ser comestibles, pero hay un bajo porcentaje de las mismas que son muy tóxicas para los perros. Por ello, debemos tener precaución a la hora de ir por el monte y, si creemos que el perro se ha comido una seta tóxica, acudir de inmediato al veterinario.

Charcos

Gracias a la lluvia se forman los charcos, elemento con el que seguramente tu perro se divierte, pero al que debemos prestar mucha atención, ya que si nuestro perro bebe de esa agua y lleva mucho tiempo encharcada puede estar contaminada y provocarle una enfermedad.

*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.