Hace unos días, tras las fiestas navideñas, época en que muchas familias se animan a adoptar una mascota, iniciamos el debate sobre el tema de la adopción de perros.
Y es que adoptar un perro no es una decisión que se deba tomar a la ligera, ya que con él llegan a la familia una serie de obligaciones y compromisos que hay que tener claros antes de la adopción. Si el otro día destacábamos el dinero, el tiempo y la educación que requiere cualquier perro, hoy nos centramos en la compatibilidad entre perros y humanos y el compromiso a largo plazo que requiere el hecho de adoptar un perro.

1. Adoptar un perro: ¿qué raza de perro es compatible contigo?

Es muy tentador dejarte seducir por la belleza u originalidad física de un perro, pero lo que realmente debes preguntarte es qué raza de perro es compatible con tu estilo de vida. Y es que, antes que su aspecto, lo prioritario es valorar el temperamento y las necesidades de cada raza concreta para ponderar si vas a ser capaz de darles respuesta.

Por ejemplo, si vives solo y tienes mucho tiempo libre, sabes que podrás salir a pasear largos ratos con tu perro y que incluso tendrás tiempo para entrenarle. En este caso, si te apetece, pueden ser compatibles contigo razas de perro que responden bien a los entrenamientos o que necesitan mucho ejercicio, como los Pitbull o los galgos.

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Pero si sois una familia de varios y vivís en un piso estándar en una ciudad de clima mediterráneo, no es muy buena idea acoger a perros grandes y fuertes que necesitan mucho ejercicio al aire libre como los pastores alemanes o los labradores, ni perros preparados para climas mucho más fríos, como el Husky siberiano. En este caso, sería más recomendable un perro más bien pequeño que necesitara el ejercicio medio habitual, como por ejemplo un caniche, un Yorkshire Terrier o un Jack Russell.

En definitiva, ten claro tu estilo de vida y escoge un perro que pueda adaptarse bien a él (y no a la inversa, porque es más difícil que suceda). Hay muchas razas de perros entre las que encontrarás especimenes de todo tipo, desde perros en miniatura y súper tranquilos hasta razas de lo más cañero.

2. Adoptar un perro: ¿lo querrás y cuidarás durante toda su vida?

Este aspecto es sin duda el más olvidado por la mayoría de nuevos dueños caninos: tienes que hacerte a la idea de que, una vez adoptado el perro, pasas a responsabilizarte de él por el resto de su vida. Los perros no son “mascotas” en el sentido de “juguetes”, son seres vivos que desarrollan vínculos muy fuertes con su manada y con su amo, y a los que no se puede exiliar cuando nos cansemos de ellos.

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Seguro que recuerdas aquella campaña de TV que en su día nos tocó la fibra sensible a todos: “No le abandones, él no lo haría.” Tener un perro es desarrollar un vínculo y un compromiso con él en todas las fases de su vida: de cachorro hay que educarlo; durante su vida adulta, hay que velar por su salud y su bienestar; y en su ancianidad, hay que adaptarle la alimentación y afrontar los posibles problemas de salud que pueda tener con paciencia, cuidándolo como si fuera uno más de la familia.

La esperanza de vida media de los perros se sitúa entre los 12 y los 15 años. Es mucho tiempo. ¿Estás dispuesto a adquirir con tu perro un compromiso a largo plazo?

Esperamos haberte ayudado a tener una imagen más clara de lo que realmente supone adoptar un perro. Como ves no es poca cosa, pero sin duda las satisfacciones que da una mascota son inconmensurables.

Imágenes | Pixabay.

*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.